domingo, 3 de junio de 2012

Aprender a escuchar

Nunca es tarde para aprender a escuchar, siempre que tengamos la intención, el deseo, la decisión de aprender este arte que, como todo arte, nos exige práctica, mucha práctica.

“Quien habla, siembra;
quien escucha, cosecha.”

Escuchar es mucho más que oír.
Oír es una función fisiológica, casi automática, que se produce con escasa o nula reacción consciente y que no requiere gran esfuerzo.
Escuchar, requiere esfuerzo físico, mental y psicológico.

Para escuchar se necesita una actitud paciente, de esfuerzo físico y de autocontrol para lograr entender todo lo que el otro está diciendo, de modo que podamos comprender bien las palabras.

Aunque parezca obvio y poco habitual, para escuchar hay que callar.

No se puede escuchar a los demás si siempre uno es el que está hablando.

Pero hacer el silencio no significa desconectar, sino todo lo contrario: tener abiertos los canales para recibir mensajes.

La escucha activa es una voluntad total de comprender lo que expresa el otro.

Obliga a prestar mucha atención a lo que se nos dice; además nuestro interlocutor lo percibe y se siente por ello gratificado.

Una escucha activa requiere, por otra parte, usar los ojos tanto como los oídos.

Hay quien afirma que “se oye con los oídos, pero se escucha con los ojos”.

Quien no mira al que le habla, pierde una parte de los mensajes orales.

Para escuchar activamente hay que observar a quien nos habla. Las expresiones faciales y los movimientos del cuerpo, siempre acompañan al lenguaje oral y contribuyen a la comprensión de los mensajes.

Escuchar es la mitad del secreto de la comunicación.

Todos aprendemos a hablar, leer y escribir en el colegio. Sin embargo, no existe una formación académica específica para aprender a escuchar.

Con escuchar ocurre igual que con respirar. Todos debemos respirar, pero muy pocos saben respirar bien.

Todos sabemos oír, pero muy pocos saben escuchar. 

El Gran Arquitecto del Universo hizo al hombre
con dos orejas y una boca; para que
escuche el doble de lo que habla.
                Proverbio Chino






2 comentarios:

  1. Me encantó el tema, es una gran verdad y son muy atinadas las claves que aconsejas, Ricardo, gracias por compartirlo.

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  2. Ojalá que la mayoría de las personas aprendieran a escuchar. Con ello se evitarían muchos rompimientos y malos entendidos. Buenas reflexiones que llevadas a la práctica permitirían comunicaciones ricas en contenido.
    Gracias por compartir.

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